Llevo usando el iPadOS en un iPad Pro de 12,9” desde hace unos 7 meses. En un post anterior hablé de sus bondades y de algunas carencias pero dejé claro que me gustaba el nuevo SO del iPad y que le veía un gran futuro.
Sin embargo sigo creyendo que todavía le falta camino para ser un sistema operativo funcional en un amplio espectro. Por un lado tenemos la carencia de ciertas aplicaciones indispensables en la edición (Indesign y un Photoshop completo por ejemplo). Cierto es que Affinity tiene aplicaciones similares, aunque Affinity Publisher sigue sin estar disponible en IOS. En ingeniería, apps como Autocad tampoco estás demasiado bien implementadas. En el desarrollo web también tiene sus problemas sobre todo con maquetadores visuales que parece que no están adaptados del todo a este sistema operativo.
Pero quizá lo más problemático es la carencia de herramientas de certificación como la Autoafirma, aplicación necesaria en muchos organismos oficiales para completar los registros. Personalmente me he visto en esa tesitura y he tenido que recurrir a mi Mac para poder finalizar el registro. Si no hubiese tenido un ordenador a mano me hubiese visto comprometido. También es cierto que esto no es problema del sistema IOS sino de la desidia de los organismos oficiales que se empeñan en ignorar la existencia de este sistema operativo ya bastante extendido.
Por todo ello, me planteo vender mi iPad Pro y adquirir el nuevo Mac Air M1 con el que seguramente todos estos problemas quedarán en el olvido. Y aún así seguiré teniendo un equipo muy portátil, ligero y pequeño.